Cuando pensamos en diseñar una habitación infantil debemos tener en cuenta las necesidades de los niños.

Aunque las necesidades van a ir cambiando a lo largo del tiempo, los recursos iluminativos puede que no.

La primera premisa es que debemos tener claro qué tipo de ambiente queremos crear. Qué colores o que línea nos gustarían fomentar. Si tendemos a colores suaves y pasteles o neutros pueden que las lámparas sean mucho más renovables. Si nos decantamos por ideas mucho más concretas, por ejemplo por lámparas de Spiderman, puede que la afición de pase mucho antes que la lámpara se quede desfasada. Por tanto, la primera decisión es si queremos que la lámpara sea reutilizable o si no. Y por otro lado, la elección de colores neutros será siempre más fácil combinar que aquellas con muchos colores.

No deberíamos pensar que a los niños, por el hecho de ser niños, hay que colocarles una lámpara infantil. La oferta es amplia, y contamos con muchas opciones. Especialmente en las luces generales.

También hay que tener en cuenta si la habitación va a tener un solo uso o varios. ¿Incluirá zona de estudio, juegos,  lectura, lactancia o sólo dormitorio? Cada uso requiere un tipo de iluminación diferente. Lo habitual es que las habitaciones infantiles sean todo eso, sin embargo depende de nuestra disponibilidad de espacio y preferencias.

 

 

La habitación del bebé

La habitación de un bebé debe ser luminosa por el día y contar con luces de noche. Lo ideal es que la luz nocturna sea suave o indirecta. Los padres suelen tener que levantarse varias veces en la noche, bien para alimentar al bebé, o para atenderlo por diferentes circunstancias. Es importante que el bebé distinga el día de la noche. Así lo ayudaremos a regular sus horas de descanso y actividad.

Una luz suave se puede conseguir con una lámpara que tamice la luz, o bien con una indirecta. También podemos contar con una lámpara decorativa de pared con algún motivo y /o emplear una luz quitamiedos. Estas lámparas tienen la ventaja de poder dejarse encendidas toda la noche. Son pequeñas luces mínimas asociadas a un enchufe. La mayoría llevan un interruptor y su consumo es mínimo. Otorgan iluminación sin interferir en el sueño y tienen diseños infantiles. Son luces amigables y divertidas que tratan de contrarrestar los temores a quedarse solo o a la oscuridad.

Gracias al consumo mínimos de las luces led. También podemos encontrar una amplia gama de lámparas a pilas. Algunas permiten ser programas, como por ejemplo, durante quince minutos. Tiempo para que los pequeños se duerman y como una luz de transición.

Van creciendo, habitaciones para niños

Los niños al crecer van aumentando su autonomía y sus necesidades cambiando. Se trata por lo general de una etapa de mucha más actividad.  Sin duda sus luces quitamiedos seguirán ahí, pero necesitarán tener una luz propia. Es decir, una mesita de noche o estante con una lámpara para que la puedan encender por la noche. También podemos fijarla a un lado o sobre el cabecero como luz de lectura nocturna.  La luz puede ser más intensa en esta etapa.  La decoración en esta etapa cambia. Muchas niñas se sienten identificadas con el mundo de las princesas de cuento, y los niños con aventuras y deporte.

Si tenemos un escritorio para que estudie o haga deberes en la habitación necesitará o un flexo o luz de mesa para trabajar.

En estas edades les encantan las luces que cambian de color. Una tira led puede ser divertida alrededor de un espejo o bajo un estante sobre el escritorio.